El joven nipón de 22 años comentó su experiencia en Paraguay tras ser parte de un intercambio cultural hace unos años. Contó con detalles que su estadía aquí fue algo inigualable.

“La primera vez que escuché acerca de Paraguay fue en el Mundial de Fútbol del 2010, cuando Japón perdió. Eso para mí fue una impresión muy mala hacia Paraguay”, dijo entre risas.

“Cuando estaba buscando países para estudiar en Latinoamérica, hice investigaciones sobre la historia y la cultura. Pero Paraguay me llamó mucho la atención porque está en el centro de Sudamérica, además el idioma guaraní se sigue hablando”, comentó.

Durante el año que estuvo, Yuto dijo que tuvo la oportunidad de estar en tres colegios diferentes y vivió con cuatro familias distintas. Dos familias fueron de Asunción y otras dos del interior.

“Los primeros cinco meses estuve en Asunción y el resto en Misiones, en la ciudad de Santa Rosa. En la capital, mi experiencia fue más internacional porque habían estudiantes de diferentes países de Latinoamérica y Europa, era muy parecido a donde yo vivía, Tokyo. Sabían más inglés que guaraní”, resaltó.

“Luego quise experimentar una vida más tradicional, una vida a lo paraguayoite. Es por eso que pedí a mi organización que me mude a Misiones. Allí tuve una experiencia increíble”, añadió.

Yuto recordó gratamento su expriencia en Santa Rosa, Misiones, donde todavía se mantiene la vida a lo paraguayoite. Por lo que espera volver cuando termine la pandemia.

“Había vacas por las calles, las familias tenían gallinas, los niños andaban a caballo, la tierra era roja, la naturaleza. Mi primera impresión fue que todo era bonito porque yo vivía en una ciudad. Me recibieron personas muy amables y las personas siempre tomaban terere. Cada vez que me veían siempre me hablaban, comíamos asado y mandioca”, destacó.

“En los momentos difíciles me hicieron sentir como en mi segundo hogar. Extraño mucho a Paraguay y espero volver cuando acabe el virus”, finalizó.