El bajista de un conocido grupo musical, logró recuperarse del coronavirus, que le tuvo a mal traer durante 41 días en terapia intensiva. Omombe’u que tuvo que estar despierto y de guardia, por temor a la muerte. “Che haverepaite”, señaló.

Se trata de Roberto Trinidad Caballero (36), quien desde hace 15 años, integra el equipo de Roscer Díaz y su grupo, talentosos jóvenes que recorren nuestro país llevando nuestra música. Desde su casa, en el barrio Universitario de San Lorenzo, habló con el Popu y nos contó su experiencia tras batallar y ganarle al maldito virus chino.

– Sos uno de los que logró superar a este virus…

– Asimismo. Me tomó en el trabajo. Tenemos un negocio familiar y estado allí me agarró. Primeramente, estuve una semana en casa nomas, cuidándome. Alquilamos un balón de oxígeno tratando de evitar, justamente, que me internen. A eso lo que no quería llegar.

– Y al final, ¿tuviste que ir a un hospital?

– ¡Claro!, después no hubo mas caso. Estuve muy mal, mi situación pulmonar empeoró grandemente y me tuvieron que llevar al Ineram.

– ¿Ya no podías seguir medicándote en tu casa?

– No, ya no podía más. El oxígeno ya no me abastecía. Mi pulmón ya no daba más. Necesitaba un tratamiento mas complejo. El 18 de abril me llevaron al hospital donde, al día siguiente, me ingresaron a terapia intensiva.

– ¿Cuántos días estuviste internado?

– En terapia intensiva, 41 días. Estuve, completamente inconsciente e intubado. Estando en UTI, me despertaron dos veces, porque me sacaron los tubos y me dejaban tres días así. Era para ver si podía responder bien ya a la respiración propia. Yo me había curado del covid, pero me agarró otro virus que había en el hospital.

– O sea que, ¿tuviste que luchar en contra de otro virus, al final?

– Así mismo y era muy fuerte también, que casi me llevó. No sé que virus es, pero fue algo terrible. Por eso me quedé mucho tiempo. Luego de salir de terapia, dos días mas quedé en observación y posteriormente, ya me dieron de alta.

– ¿Y que tal, saliste caminando?

– ¡Nooo! En silla de ruedas. No había caso. Fue que por haber estado mucho tiempo acostado. Se me desarrolló una escara (herida en los puntos de apoyo del cuerpo en la cama). A mi se me formó en la espalda y por ahí había sido me entró una bacteria, que luego de 15 días de haber estado en casa, se me descompuso toda la espada y me empezó a dar fiebre.

– ¿Cómo hiciste para recuperarte de eso?

– Tuve que acudir de nuevo a un hospital, pero como ya no había lugar en el sector público, no me quedó otra alternativa que, irme a un sanatorio privado. Allí estuve 18 días otra vez. Me operaron para sacarme todos esos tejidos muertos.

– ¿Todo eso fue a consecuencia del covid?

– Todito, porque el covid fue el que desencadenó todo. Tres meses estuve convaleciente. Hace una semana recién me estoy parando solo, porque perdés toda la fuerza, los músculos quedan flojos.

– Anímicamente, ¿qué reflexión te deja este virus que ya causó mucho daño?

– En esa situación extrema y viendo lo que pasa con mucha gente, uno piensa lo peor. En mi caso particular, fue muy fuerte, porque me tocó estar en una sala con seis personas y en un momento dado, cuando me dejaron despertar para ver como funcionaba mi pulmón, seguía en terapia, pero despierto. Y a mi lado estaba esa gente y de repente empiezan a irse y medio que che haverepa la muerte.

– ¿En algún momento pensaste que podrías irte, también?

– ¡Claro!, parecía que la muerte estaba ahí nomás que, en cualquier momento vas a ser uno de esos que se fueron. Particularmente, eso hizo que cuatro días no pueda dormir, por el miedo a no despertarme más. Estar medio de guardia contra la muerte. Se puede decir eso.

– ¿Jugaste el partido de tu vida?

– Es así. Creo y estoy seguro hoy que las oraciones de tanta gente, junto con mis familiares y la mía, Dios escuchó. Por eso hoy estoy hablando contigo. Porque te soy sincero; en un momento dado, estando muy aferrado a Dios, le dije que no me quería ir todavía y que me dé otra oportunidad más. Y eso tuve.

Roberto Trinidad Caballero, antes y después de que el covid llegara a su vida (gentileza)