El ex futbolista Jonathan Fabbro, recluido en el penal kurepa de Marcos Paz con una condena de 14 años por abusar de su ahijada, pasa sus días en un pabellón con reclusos que cometieron delitos similares.

Una fuente reveló al Popu que no la pasa tan mal ya que como ex futbolista de Boca y River sus “compas” lo quieren y hasta el momento no se conoce incidente mayor alguno.

La pregunta que el Popu realizó a dos psicólogas fue la siguiente: ¿Como lidia un abusador con su impulso sexual dentro de la cárcel?

No hay muchas opciones. “De la misma manera que va a lidiar cualquier otra persona condenada o privada de su libertad, el abusador no es una persona más peligrosa por lo que hizo. En una situación carcelaria va a sufrir a la hora de ejercer su sexualidad naturalmente. Podemos imaginarnos que el abusador va a tener más ganas de realizar su perversión estando en una cárcel con cualquier persona, pero lo que impulsa a un abusador a cometer el delito no es el hecho de tener ganas sexuales, para que se de un abuso debe haber una relación previa de confianza, una persona allegada, un pariente, que puede ser hijo, hija de un amigo que eso en la cárcel no va tener. Al final es más difícil”, respondió la Licenciada Valeria Fernández, máster en Terapia Breve Estratégica Especialista en Psicología forense.

“SUPRIMIR” LA EXCITACIÓN

Por su parte, para la psicóloga María Estela Martínez, los depredadores sexuales deben reconocer su conducta como problema. “Que asuman que como tal, puede ser modificada; y el trabajo específico con la rabia contenida. Es recomendable también iniciar, en paralelo, el trabajo con su propia historia de victimización durante su infancia, que facilita la empatía con su víctima y reconoce su conducta actual. Una vez se ha iniciado cierto reconocimiento se interviene en las excusas y justificaciones. Un recurso interesante es su relato verbal y escrito. Se trabaja también la supresión de la excitación sexual disfuncional y el desarrollo de una excitación sexual adecuada.Considerando la pandemia y las restricciones de visitas sería interesante tener una estrategia de parte del profesional ya hablamos de la educación sexual que nos lleva a sobrellevar ciertas necesidades”, expresó.

Fabbro llegando a tribunales para conocer su sentencia.

ENTORNO MANIPULADO

Larissa Riquelme, novia de Fabbro, su familia, y una parte de los allegados del ex pelotero, lo defienden a muerte. En varias declaraciones Larissa aseguró que “pronto se sabrá la verdad” y que se hará justicia ndaje.

“En muchos de los casos son personas con un trastorno importante, eso no significa que no sean inteligentes, es muy capaz de manejar mucho las dinámicas familiares, las amistades, y por eso es que pudo manejar a su víctima. Al ser inteligente logra manipular la información, a las personas allegadas para poder acomodar la historia en la que se da el delito, el abuso. Lo hace de manera consciente de la realidad, siempre existe una persona cercana que está manipulada para tenerle como aliado, a veces no solo uno, sino varias personas dentro del entorno”, subrayó la psicóloga Fernández.

Desde la cárcel. Comunicación entre Larissa y su novio vía Zoom.

¿ABUSADO EN LA NIÑEZ?

Es también muy comentado que la “degeneración” de los abusadores tiene un origen, generalmente en la niñez. “Es importante tener en cuenta que un 40-60% de los agresores han vivido experiencias de maltrato en sus infancias como abandono, abuso, negligencia… Aunque no se puede establecer un perfil único de personalidad en el agresor sexual, sin embargo, sí existen algunos rasgos comunes como puede ser una educación sexual culpabilizadora y negativa o experiencias de modelos familiares inadecuados”, destacó Martínez.

Familiares de la ahijada del ex pelotero.

PRESO EN PANDEMIA

Jonathan Fabbro pidió salir de la cárcel por la pandemia, pero le dijeron nones. “El mismo Tribunal que lo condenó, integrado por los los jueces Luis Márquez, Darío Medina y Claudia Moscato, se lo negó. Los magistrados argumentaron que los cuidados del Servicio Penitenciario Federal iban a ser suficientes para que el virus no entre a la cárcel, que el ex River y Boca no integraba la lista de presos de riesgo del SPF, que no tenía ninguna patología que justificara su prisión domiciliaria. Que el delito por el que lo condenaron, por otra parte, era algo gravísimo”, publicó el medio Infobae en el mes mayo último.