Ismael Domínguez, jugador del Club Nacional de San Bernardino, dejó un vacío gigante en los corazones de sus familiares, y también en su comunidad educativa: era el abanderado del Colegio Mariscal López de Altos.

En su honor, sus compañeros y maestros dejaron en su pupitre una remera y una vela encendida para recordarlo, y por sobre todo para exigir justicia. El pelotero falleció a raíz de una patada que recibió tras una gresca durante el partido contra Boquerón.

Un nuevo caso de gresca en un encuentro deportivo que acabó a los golpes se registró ayer en la categoría juvenil de la Liga de J. Augusto Saldívar, donde a un jugador le fisuraron la mandíbula y avei tuvieron que auxiliarlo en un vehículo particular por la falta de ambulancia.

“Sinceramente pensé que se murió. Esto vamos a denunciar en Fiscalía. No dejaremos de balde. Ya le tenemos individualizados a cinco y hay uno principal, que es el le pateó en la cara“, sentenció la madre del menor.

La fiscal Rosa Noguera comentó que la autopsia del niño se hará en Asunción para determinar qué golpe fue el que le causó la muerte y determinar responsabilidades. Muchos de los convocados a declarar se hicieron ñembotas y se ordenará su detención.

“Vamos a determinar los golpes y cuál de los golpes produjo la muerte, eso es lo que me van a decir”, opoi. Varios seguirán siendo llamados.  “Yo quiero escucharles, si les llamo y no vienen voy a tener que ordenar su detención”, finalizó. Esperan entregar el cuerpo a los familiares nuevamente hoy para que mañana se le de cristiana sepultura.