Un vecino de la ciudad de J.A. Saldívar, identificado como Porfirio Cano (41),  es otro de los tantos que logró sobrevivir al coronavirus.

“Gracias a Dios y a la buena atención que me brindaron los médicos y enfermeros del Hospital Nacional de Itauguá, hoy puedo contar mi experiencia, porque estuve muy mal. En total estuve 17 días internados, de los cuales 12 días en terapia intensiva”, comenzó diciendo.

“De esos días, 6 me tuvieron intubado e inconsciente. No sé cómo me agarró. Me cuidé mucho, porque le tenía miedo. Pero como trabajo en reparto, tengo contacto con mucha gente. En una de esas, me tomó sin que me diera cuenta”, añadió.

“Un sábado trabajé hasta tarde. Estaba con un cuñado. A la vuelta trajimos un poco de chorizo. Como refrescaba, acompañamos con un vino. Cuando empezamos a tomar, me llegó un cansancio que no soporté. Enseguida me dormí”, he’i avei.

“Me despertaron para cenar, pero no sentía con ganas de comer nada, y seguí durmiendo. A eso de las 11 de la noche desperté con una fiebre de 40 grados. Le tomé un analgésico y me pasó. Al día siguiente me volvió la fiebre. Así estuve”, ombojoapy.

Don Cano comentó que al tercer día comenzó a perder los gustos y el olfato. Desde ese momento se aisló, pero ya fue tarde, había sido.

“A los tres días empecé a sospechar que era Covid, porque perdí mis gustos y el olfato. Y como tenemos una pieza en el fondo, que no usamos, me aislé. Pero había sido ya fue tarde, porque ya le había contagiado a toda mi familia, como a 11 personas directamente. Luego, mi cuñado le contagió a su señora, a sus suegros, de los cuales el señor falleció, porque tenía enfermedad de base. Me sentí culpable al enterarme de eso”, he´i.

Comentó también que tenía miedo para ir al hospital. “Me manejaba solo y así pasó a mi pulmón y ahí fue mortal. Mi mamá me pidió que me vaya junto a ella, que me iba a curar. Al final empeoré y tuve que ir al hospital. Cuando llegué, directo ingresé a terapia, pero gracias a la buena atención de los médicos y las oraciones de mucha gente, hoy estoy contando mi historia. Incluso, después hasta fui a pedir perdón a la esposa del señor que falleció. Sentí que tenía que hacer eso”.