El fiscal General de Colombia, Francisco Barbosa, en una conferencia de prensa desde el país cafetero, mencionó que ya tienen evidencias fuertes para condenar a los involucrados de la muerte del fiscal Marcelo Pecci y que se inicia una segunda etapa. “Se ubicaron en el hotel, donde esta persona fue asesinada. Las cámaras así lo registraron. Se interceptaron celulares para determinar cómo se fueron moviendo. Tenemos más de 120 evidencias directas y las declaraciones de testigos fueron para corroborar los elementos probatorios técnicos. Construimos una película a través de los videos de este crimen. Es impresionante lo que se logró. Entramos en la segunda etapa”, reveló.

Sobre los datos del crimen obtuvieron mayores detalles tras la audiencia con los involucrados, donde cuatro de los cinco detenidos se declararon culpables. “Estas personas que participaron se reunieron para planear el crimen. Había un articulador, Francisco Luis Correa. Los sicarios cumplieron las instrucciones. Estos se repartieron el dinero. El crimen se comete el 10 de mayo. Desde el día 5 se reunieron en una plaza de Medellín para planear. Salieron rumbo a Cartagena por diferentes medios. En 22 días resolvimos un caso. Este es un mensaje para los criminales. El homenaje al fiscal es que resolvamos el caso. Trabajaremos con las instituciones paraguayas. Este crimen fue pagado por más de 2.000 millones de pesos. Este recurso se repartieron entre varias personas”, refirió.

El director de policía, Jorge Luis Vargas, por su parte, alertó sobre uno de los prófugos que es buscado en todo el mundo. “Hay informaciones que salieron del país de que está buscando refugio en Venezuela. Este Gabriel Carlos Luis Salinas debe ser buscado por todos los países del mundo. Este sujeto que está siendo buscado (sexto involucrado), podría estar escondido en Venezuela. Se activó la alerta en Interpol”, enfatizó.

Primeramente el crimen lo iba a realizar el Primer Comando Capital (PCC) en Paraguay sin embargo, al final cambiaron de planes. “Según informaciones, el PCC iba a perpetrar el crimen en Paraguay. Pero por cuestiones de organización, se decidió que no, la orden fue que se hiciera en cualquier parte del mundo. Estamos intercambiando datos con autoridades paraguayas”, finalizó. Las redes sociales fueron claves para dar con la ubicación exacta del agente fallecido, ya que varias veces estuvieron perdidos.

Aseguran que no se pagó la recompensa, ni hubo informantes y que fue el resultado de un buen trabajo investigativo.