El seguridá, César Ramón Benítez, no aguantó la presión y terminó confesando a la policía que había matado de cinco puñaladas a su pareja y que su cuerpo lo arrojó al río Monday. ¡Es posiblena!

Resultó víctima Mirta Isabel Cabrera (35), quien se encontraba desaparecida desde el Viernes Santo, luego de que su jefa avisó a sus familiares que no se presentó a trabajar.

Incluso otro guardia que presta sus servicios frente a la casa de la mujer omombe’u a los uniformados que había escuchado ruidos raros en la vivienda, upei observó al ahora feminicida confeso, César Ramón Benítez, en compañía de su colega, Fermín Reyes Gómez, alzando un bulto en el vehículo de la marca Toyota, modelo Sienta, propiedad de la ahora finada.

Su hermana, Doralicia Cubilla Cabrera, de 36 años, radicó la denuncia de la desaparición y avei omombe’u que la mujer tiene dos hijos, de 10 años y 9 meses de edad respectivamente y que ambos estaban con la niñera en una vivienda situada a tres cuadras de la casa de Mirta.

Incluso pescadores encontraron el documento de la mujer, tarjetas de debidos y cuando su pareja se presentó en la comisaria para denunciar el hecho, lo demoraron, pero terminó confesando el mba’e vai. Al parecer el problema en la pareja eran los excesivos y enfermizos celos del gavilán.

BUSCAN EL CUERPO

Hasta el cierre de esta edición, los investigadores buscaron el cuerpo de la infortunada mujer, pero al no hallarlo decidieron continuar la búsqueda con la luz de día.