En medio de la euforia luego de que España se consagrara ganadora del Mundial de Fútbol Femenino, disputado en Australia y Nueva Zelanda, lo que sucedió durante la premiación fue un escándalo.

Tras vencer a Inglaterra por 1-0, dejó a todos asombrados. Sucedió que Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, y Jenni Hermoso, jugadora de la selección, quedaron en el centro de las miradas del mundo, y rápidamente ambos se transformaron en el foco de las redes sociales.

Se viralizó rápido la reacción de Rubiales, que estuvo envuelto en varios escándalos de tono mediático en su gestión. En el momento en el que se acercó la jugadora Hermoso, Rubiales la abrazó, le dijo unas palabras y antes de despedirla le dio un beso en la boca.

Después, durante los festejos en el vestuario, la jugadora habló sobre la actitud de Rubiales en una filmación en vivo por Instagram: “Pero que hago yo? No me ha gustado eh”. Lo dijo con una sonrisa en el rostro, a tono con la euforia grupal que se vivía en ese momento.

Durante una entrevista a medios locales, Hermoso manifestó al respecto del caso: “Ha sido un gesto mutuo totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial. El presi y yo tenemos una gran relación, su comportamiento con todas nosotras ha sido de diez y fue un gesto natural de cariño y agradecimiento. No se puede dar más vueltas a un gesto de amistad y gratitud, hemos ganado un Mundial y no vamos a desviarnos de lo importante”.

Cabe recordar que después de quedar lejos de conquistar la Eurocopa en Inglaterra, torneo donde fueron eliminadas en cuartos de final, en setiembre del año pasado, un total de 15 jugadoras renunciaron al seleccionado, debido a que las mismas le manifestaron a Rubiales, que no se encontraban bien emocionalmente, ya que no se había cumplido con su petitorio de que el técnico Jorge Vilda sea despedido. De las futbolistas renunciantes, 3 de ellas volvieron a la convocatoria: Ona Batlle, Aitana Bonmatí y Mariona Caldentey.