La influencer y modelo, Larissa Riquelme, realizó una extensa reflexión acerca de las maldades de personas cercanas. “En la travesía de la vida, he experimentado la envidia disfrazada de amistad, donde aquellos a quienes consideraba cercanos susurraban malicias a mis espaldas. La maldad se manifestaba entre los lazos que creía sólidos, revelándome que no todos aprecian la luz que compartimos. A veces, extendí mi mano con generosidad solo para descubrir que algunos aprovechaban mi benevolencia para su propio beneficio, dejándome con la amarga lección de no regalar mi brillo indiscriminadamente”, mencionó.

A las malas fue aprendiendo a elegir a sus amistades. “La vida me ha enseñado a discernir, a reconocer aquellos que realmente valoran mi esencia y a alejarme de quienes consumen mi luz sin reciprocidad. Aprendí que es fundamental preservar la autenticidad y no permitir que la envidia y la maldad oscurezcan nuestro camino. La lección más valiosa radica en entender que no todos merecen acceso a nuestra generosidad y que proteger nuestro brillo es esencial para un crecimiento genuino y duradero. La vida me instó a ser selectivo en mis vínculos y a reconocer el valor de mi propia contribución, aprendiendo a decir con determinación: Aquí no es, mejor que nadie consuma mi brillo”, destacó.