El juez José Agustín Delmás ordenó la prisión preventiva de Natalia Edith González, de 39 años, la muchachona curepí que entró al hospital de Barrio Obrero y se llevó a una beba recién nacida. Unas horas después la capturaron en la zona de Nanawa cuando estuvo a punto de pasar “asha”.

El magistrado argumentó que ordena su encierro en el Buen Pastor debido a la que la misma no reside en nuestro país y a pedido del Ministerio Público.

La decisión se tomó en la audiencia de imposición de medidas llevada a cabo esta tarde en la Oficina de Atención Permanente, donde la imputada Natalia González participó a través de medios telemáticos, desde su lugar de reclusión en la unidad de la Policía Urbana.

La mujer fue asistida por el defensor público Edgar Osorio, quien solicitó que la extranjera siga guardando reclusión en la comisaria hasta tanto se puedan reunir elementos con respecto a su situación procesal teniendo en cuenta que la expectativa de pena de la imputada no es elevada (hasta seis años).

La fiscal Laura Finestra la imputó por violación de la patria potestad a Natalia González, como no vive en el país pidió la prisión preventiva se descartó la supuesta complicidad del padre de la niña.

Un nuevo caso de supuesto feminicidio oikomi este viernes, en el interior de una vivienda situada en el barrio Pa’i Ñu de Ñemby, según el Ministerio Público.

Resultó asesinada a puñaladas, Ana Laura Aguilera (26), mientras que el supuesto autor fue identificado como Robert Balbuena Barriento (24), quien ya se encuentra detenido.

El horroso caso habría sucedido en la madrugada de este viernes, luego de que la pareja llegará a la vivienda en cuestión, donde vive el joven. Upéi ndaje comenzaron a beber alguna que otra bebida espirituosa, cuando por razones desconocidas se desató una discusión entre ambos que terminó con la muerte de la joven mujer.

No contento con haberla matado, lanzó el cuerpo en el patio del vecino y se fue a dormir a la casa de su tía. Pero upei al amanece los vecinos se encontraron con la macabra escena y llamaron a los polis.

Finalmente, el padrastro del supuesto feminicida reconoció el cuerpo de la infortunada mujer y fue con los polis a buscar al muchachón que terminó confesando el crimen.

La víctima y el victimario. (Gentileza).

Gladys Martínez reveló que durante siete años soportó hechos de violencia de manera sistemática por parte del padre de sus hijos de seis y dos años, identificado como Luis Peralta. Ella denunció a su expareja por violencia y coacción sexual en la ciudad de Quiindy, departamento de Paraguarí.

Tras mantener una relación tormentosa durante siete años, la joven decidió separarse, pero el hombre no acepta la ruptura y sigue amenazándola constantemente. La víctima teme por su vida y la de sus dos hijos que presenciaron sistemáticamente los hechos de violencia, conforme expresó.

“Temo por mi vida y por la seguridad de mis niños. Y si me permiten a continuación voy a comentarles un poco sobre mi caso. Estuve siete años en compañía de mi pareja acá viviendo. En esos años eran constantes maltratos, nosotros tenemos dos pequeños en común y resultando ellos víctimas también porque presenciaban todo eso”, relató la mujer a la 1020 AM.

Afirmó que “siempre había todo tipo de maltratos” con varios episodios de violencia y ante tal situación la mujer salía corriendo para recluirse en la casa de su madre. “Vivía siempre en hostigamiento y ya que el único lugar a donde iba sola era la facultad como era una persona muy celosa. Y me violentaba en todo sentido, en forma física, verbal, sicológica”, subrayó.