Jorge Centurión (38), oriundo de Emboscada, se dedicaba a la conducción de eventos. Era conductor de dos discos, Dubái y Abudabi. Pero a raíz de la pandemia dio un giro laboral.

-¿Qué pasó a partir de la cuarentena?

-El 11 de marzo era el aniversario de Dubái, pero no pudimos hacer el festejo, porque justo ese día empezó la cuarentena. No hubo más nada.

-¿Cómo sobreviviste?

-En principio, esperábamos que mejore la cosa. Hasta hoy día estamos esperando, aunque ya se abrió todo. El tema de la pandemia paró toda la movida, lo cual golpeó a los grupos, a todos.

-¿Cuántas personas salieron afectadas?

-Estamos hablando de casi 150 personales que manejaba la disco, entre guardias, relaciones públicas, conductores, dijey, de todo. Realmente, un golpe muy fuerte para todos los que trabajan de noche.

-¿Tuviste que reinventarte?

-Vi qué podía hacer y junto con unos amigos decidimos vender agua mineral. Trabajo con la empresa AQua Vida. Estoy llevando a la zona de Limpio, Emboscada, Luque, Fernando de la Mora, varios lugares. También me llama gente de la farándula que me conoce.

-¿Cómo te ha ido?

-Me va súper bien. Hay buena aceptación. No es fácil, pero estamos batallando. Con un secretario nos vamos a todas partes llevando agua. Y me está gustando. Pienso seguir con esto, porque no sabemos hasta cuándo vamos a seguir con el tema del covid. También hago radio.

-¿Qué hacés en radio?

-Estoy haciendo un programa para la colectividad paraguaya en España. Yo viví mucho tiempo en Europa, casi 10 años. Después ya vine a Paraguay a quedarme, pero siempre trabajando en conducción. Soy conductor de eventos. Empecé por el 2010 como conductor de Miss Tuning Paraguay.

-¿Qué opinás del rechazo hacia los connacionales que volvían al país?

-Lamentable. Yo no sé porqué la gente tiene que rechazar a sus compueblanos. Yo  no estoy de acuerdo con eso. Cada uno tiene derecho de venir a su país. Ahora mismo yo tengo familiares que están allá, hermanas que están trabajando.

-¿Cómo están?

-Gracias a Dios están trabajando. Hay muchos paraguayos que están pasando muy mal de verdad, que están sin trabajo, que tienen que pagar su alquiler. Pero en realidad, los paraguayos somos de buen corazón, nos ayudamos siempre entre todos. Eso es lo bueno que tiene el paraguayo, estando afuera y también acá.

-¿Cómo sentiste el cambio de horario en tu trabajo?

-Antes trasnochaba trabajando y ahora madrugo para trabajar. Hay veces que me tengo que levantar a las 3 y media de la mañana para cargar el camión. Y mientras cargamos ya son las 6 para salir a repartir el agua.

-¿Te afectó ese cambio?

-Fue un cambio brutal, pero si uno no se mueve no va a lograr nada. Pero me gustaría volver, porque mi trabajo fue siempre la noche, la conducción. Ojalá se pueda normalizar y puedan trabajar los grupos; tenemos bastantes grupos parados que se dedican a eso.