Romina Delgado, actual esposa de Jonathan Santana, ex del jugador, Rodolfo Gamarra, rompió el silencio y habló por primera vez del escandaloso supuesto tesapo’ẽ que se dio en el mundo pelotero. Fue en el programa radial”Las Flores hablan” que conduce la Jazmín Luraghi. Aseguró que la relación iniciaron luego de que ambos estaban separados de sus respectivas pareja, y empezaron una relación a distancia. “Para una mujer es difícil tomar la decisión irse nomás, ese año yo tomé la decisión del divorcio con Gamarra, y todo pasa por algo, para mucho mejor. Yo fui más infeliz que feliz, los primeros años fueron lindos, pero después ya no. Nosotros nunca hablamos de esto. Santana ya estaba divorciado. Éramos un grupo de pareja que salíamos a comer y otras cosas, éramos conocidos, pero no había amistad. Después de que se dio la separación empezamos a hablar, el estaba en Argentina, había salido de Cerro, hablamos y se fue dando una relación de amistad, y decidimos probar. Empezamos a distancia. Santana pasó muy mal también, nos conteníamos en ese momento, no pensábamos en empezar una relación”, detalló.

También habló sobre los ataques de la ex de su ména, Alejandra Brancato, y anunció que están realizando procesos legales en su contra por las acusaciones que realiza. “Santana es un ser que no tiene maldad, todas estas acusaciones que ella hace no tiene fundamento. No es justo para él. Llega un momento que hay que dar un corte, porque cansa. Me molesta el manoseo, la mentira y que ataquen mi dignidad y de mi esposo. Me molesta mucho. Dije basta, hoy estamos tomando acciones legales, por eso no puedo decir mucho. No se le puede criticar como es como papá. Es un papá presente aunque esté lejos, tiene que trabajar para pasarle la mensualidad. Incluso su hija me dijo que quiere venir a vivir en Paraguay”, sostuvo.

También recordó a Vita Aranda, ya que fue una de las amigas que la dejó tras el escandalo, pero que una semana antes de que fallezca, acordaron un encuentro para perdonarse y volver a hablar, sin embargo, ya no se dio.  “Después del escándalo, me crucé con Vita y no me saludó. Me dolió y me enojé. Después, dia antes de que falleciera yo vi para que nos reencontramos y pactamos una reunión para esa semana, y aclarar. Yo no pude recuperarme. Necesitaba saber que ella le dijo, le pregunté a Jesús. Yo soy muy orgullosa, y dije que no tengo que ser así, y yo después no le saludé más. Fue una lección de vida”, finalizó.