La revista estadounidense Forbes, especializada en el mundo de los negocios y las finanzas, publicó un material periodístico sobre el exfutbolista Domingo Salcedo, como ejemplo resaltante de una migración exitosa del fútbol al difícil campo de las finanzas.

La publicación, firmada por el director editorial (de Paraguay) Santiago Zavatiero, describe el paso del exjugador de Cerro Porteño, otros equipos nacionales e internacionales, y de la selección paraguaya, al ámbito de las inversiones y gerenciamiento financiero.

A continuación el material.

Debutó en la primera división del fútbol paraguayo en el 2001, con solo 18 años de edad, y lo hizo en el club del cual también es hincha, Cerro Porteño. En los 18 años de carrera profesional vistió la camiseta de 9 clubes (Cerro Porteño, Racing Club de Argentina, Colo Colo de Chile, Rubio Ñu, 3 de Febrero, Sol de América, Libertad, San Lorenzo y Deportivo Capiatá). En su mejor momento, su pase llegó a valer US$ 2,3 millones según Transfermarkt.

Corría el 2019 cuando anunció su retiro del fútbol profesional y decidió ‘colgar los botines’ para ponerse el silbato y ser asistente técnico de Cerro Porteño.

Tan solo 4 años después, en 2023, sorpresivamente para muchos, tomaría una decisión que cambiaría su vida, dejaría el fútbol para dedicarse a una nueva pasión que lo acompañó en secreto los últimos 15 años.

Una pasión que nació en Chile, mientras jugaba en el Colo Colo y no sabía cómo llenar el tiempo de la concentración con sus compañeros.

Una pasión que aprendió a manejar, administrar y que hoy es su fuente principal de ingresos.

Una pasión que no duda en compartir con cientos de personas todos los días en sus clases.

Esta es la historia de Domingo -Mingo- Salcedo (40), de jugador de fútbol profesional a experto en finanzas.

Era el año 2009 cuando Mingo formaba parte del primer equipo del Colo Colo de Chile y en una de las concentraciones con sus compañeros a la espera de un partido, ve una publicidad que decía “hacete millonario con US$ 100″.

“Esa fue la primera vez que vi Forex (abreviatura de Foreign Exchange en inglés o cambio de divisas en español) y ahí me abrí la cuenta demo y hacía operaciones sin saber absolutamente nada”, confiesa Mingo quien es accionista de Grupo Trifecta, que poseen Smartum el primer instituto de Trading reconocido por el Ministerio de Educación y Ciencias que tiene oficina en el 6to piso del Atrium ubicado en Villa Morra.

La falta de conocimiento sobre el tema no fue un impedimento definitivo para un Mingo de tan solo 25 años que decidió seguir ser autodidacta y dar sus primeros pasos en el mundo del trading por sus propios medios.

“Yo ganaba todos los días unos US$ 100 en el demo y luego hacía cálculos erróneos. Me imaginaba qué pasaría si pongo US$ 10 mil o US$ 20 mil. Si con US$ 1 mil en demo ganaba US$ 100 decía acá me puedo hacer millonario en un año, y estaba totalmente equivocado”, reflexiona Mingo hoy mientras comparte con sus alumnos en vivo todas sus operaciones diarias.

Salcedo debía probar sus habilidades en el mundo real del trading y dejar atrás su cuenta demo, donde las pérdidas o ganancias se quedaban en la pantalla. Fue así que, cargado de valor, decidió hacer su primer depósito de dinero real, y el resultado fue abrumador.

Esta derrota solo sirvió para que Salcedo decidiera involucrarse más en las operaciones de monedas, usando como sus principales armas; libros, cursos, videos y capacitaciones, todo esto en sus momentos de descanso.

“Mis compañeros en las concentraciones me decían que estaba loco y yo no decía nada, porque ni yo sabía qué era, pero me gustaban los gráficos y veía películas americanas sobre esto, y ahí sabía que algo había”, comenta.

Domingo supo llevar las dos carreras al mismo tiempo de la mejor manera que podía: una carrera con una pelota en los pies que le tomaba 12 horas al día, y otra corriendo detrás de gráficos y valores, sin olvidar uno de sus pilares más importantes, su familia.

Durante 15 años, Domingo fue haciendo malabares con sus actividades y compromisos. Cuenta que, para poder dedicarse de manera profesional al fútbol, tanto como jugador o como asistente técnico, debía dedicarle muchas horas al deporte, y luego, de noche, operaba en el mercado asiático de divisas, con el fin de poder ir sumando experiencia en el trading, exactamente en el euro/dólar, que es donde se siente más cómodo.

Domingo narra que “en el mercado asiático se manejan rangos, pero a mí me mueve más el smartmoney o el dinero institucional, y esto no podía hacerlo en este mercado porque no hay liquidez”.

Muchas veces se despertaba de madrugada, antes de arrancar sus operaciones deportivas, para poder ver el mercado de divisas de Londres.

El cambio de Domingo futbolista a Domingo trader y orador se fue dando paulatinamente; iba entremezclando los análisis de jugadores y rendimientos con los de las divisas y los mercados. “Esto fue así hasta que en octubre de 2023 me salieron manchas en la cara por el estrés elevado y la falta de descanso” relata Salcedo.

Ese fue el momento en que tuvo que tomar la decisión de elegir una de las dos actividades que tanto amaba: una que eligió desde muy chico y que le sirvió para sentar las bases de su vida, o la otra que encontró de grande pero que él veía que tenía un futuro auspicioso.

Domingo es muy sincero: “el trading me apasiona, yo no lo hago solo para ganar dinero, esto me apasiona, yo sigo capacitándome, sigo hablando con mis mentores y viendo los cambios del mercado”.

Poder poner su foco de atención únicamente en una actividad como el trading le devolvió su salud a Domingo, le permitió tener más tiempo en familia, poder compartir con sus hijos y no perderse momentos importantes en la vida de estos.

Domingo hoy con la experiencia que tiene busca dar luz a todos aquellos que quieren ingresar al mundo del trading con sus capacitaciones, y es claro al decir que para una persona que entra a este negocio sin conocimiento le puede tomar de 6 a 8 meses poder tener ingresos estables, eso dedicándole tiempo completo.

Cuenta además que, con su conocimiento en el mundo de los negocios, desde el manejo de camiones, la administración de estaciones de servicio y otros que fue probando al pasar los años, encontró en el trading una tranquilidad enorme: “es el único negocio donde vos podes limitar tus pérdidas, podes decir hoy me permito perder G. 100 y si perdés G. 100 ya cortas”, relata.

Hoy, 15 años después de que vio aquella publicidad de cómo hacerse rico con US$ 100, Mingo sabe que es el único futbolista paraguayo que ha decidido dejar la pelota y dedicarse tiempo completo al trading, y espera en un futuro cercano llegar a ser un gestor de fondos y así poder administrar el dinero de los demás.