Un hombre identificado como Alcides Caballero Cáceres (25) quebrantó a sus tíos, a la policía y a todo el vecindario durante más de diez horas. El tipo quería plata para comprar drogas y, si no conseguía el efectivo, amenazó con detonar una garrafa de gas de cocina.

Todo comenzó esta madrugada en una casa de la fracción Ykua Ka’aguy, Kilómetro 6, de Ciudad del Este. El citado Alcides, en compañía de su hermano Ángel Daniel Caballero Cáceres (25), llegó hasta la vivienda de su tío Miguel Caballero.

Los arrieros le pidieron dinero al prójimo para comprar drogas. No negaron. Solo que don Miguel isogue hína y les dijo que no les podía dar nada.

Entonces, los hermanos se dieron la vuelta y desaparecieron del lugar. Solo que, a las 11 de esta mañana volvieron. Ahí el tal Alcides ya parecía transformado o trastornado. Parecía que estaba en órbita.

Obligó a su tío Miguel a salir de la casa y amenazó al rollo con matarlos, si se acercaban a él. Después comenzó a romper todo lo que podía dentro de la casa.

El desesperado tío llamó a la poli y cuando los volái llegaron, Alcides se trancó todo dentro de la casa y amenazó con abrir la garrafa de gas, esperar un rato y después prender su encendedor, como para que todo vuele por los aires.

Los uniformados por poco no le contaron algún cuento para criaturas para que el tal Alcides se tranquilizara y se entregara, para ir a reflexionar un rato a la comisaría. No hubo caso.

PIMIENTA

Entonces, como se tenía miedo por eso de que amenazó con meterle fuego a la garrafa, se convocó al Grupo Especializado de Operaciones (GEO), de los volái.

Los chicos llegaron al sitio y le preguntaron a Alcides si se iba a dejar de jorobar o no. Mientras el tipo hablaba con los GEO kuéra, otros agentes de esta unidad ya vichearon toda la vivienda y, cuando se vio que había historia para rato, le metieron pimienta en spray por la cara a Alcides.

Este pidió socorro y se refugió en el baño de la casa, desde donde seguía amenazando. Entonces, los del GEO forzaron la puerta, entraron a la vivienda, fueron hasta el baño y también entraron ahí a la fuerza.

Los volái aplicaron el uso racional de la fuerza, redujeron a Alcides, le leyeron sus derechos constitucionales y lo llevaron al calabozo. Hace pocas semanas el tipo salió de la cárcel, en Itapúa, y ahora probablemente va a terminar enjaulado otra vez.

El tío dijo estar con miedo porque el hermano Ángel no tiene nada de ángel y está suelto. Teme que vuelva a querer vengarse o qué.