La modelo Coral Espínola encendió las redes con su frase polémica y picante: “Las gatas mimosas nos vestimos de perras cuando amerita”. Ella asegura que las mujeres tienen muchas versiones, según la ocasión, y que eso es parte de su poder. En esta entrevista, habla de actitudes, amor propio y juego de seducción.

-Coral, ¿qué quisiste transmitir con tu frase tan fuerte?
-Que todas tenemos un lado dulce y uno salvaje, y los usamos cuando hace falta.
-¿Por qué creés que generó tanto revuelo?
-Porque dije lo que muchas piensan, pero no se animan a admitir.
-¿Qué significa ser una “gata mimosa”?
-Ser cariñosa, suave, delicada… pero con carácter.
-¿Y cuándo una se “viste de perra”?
-Cuando hay que poner límites, seducir o demostrar seguridad.
-¿Pensás que las mujeres manejan mejor la seducción hoy?
-Muchísimo mejor. Ahora sabemos nuestro valor.
-¿Los hombres entienden ese cambio de actitud?
-Algunos sí, otros se confunden. Pero ese no es nuestro problema.
-¿Te considerás más mimosa o más perra?
-Soy ambas según la situación. Eso es lo divertido.
-¿Qué tipo de actitud te atrae de alguien?
-La seguridad tranquila, sin arrogancia.
-¿Qué odias de una persona al instante?
-Los que quieren dominarte o asustarte. Conmigo no funciona.
-¿Creés que la coquetería es una herramienta?
-Sí, pero solo si nace natural. No hay que fingir.

-¿Cómo manejás la atención en redes?
-Con humor y estilo. No me tomo nada tan en serio.
-¿Te afecta la crítica?
-Ya no. Quien critica, observa. Y quien observa, admira en silencio.
-¿Qué rol cumple la autoestima en este “doble personaje”?
-Todo. Si no te querés, ningún personaje te salva.
-¿En qué momento decidís activar tu lado más “fuerte”?
-Cuando amerita: injusticias, falta de respeto o para defender lo mío.
-¿Un mensaje para las chicas que se sintieron identificadas?
-Que abracen todas sus versiones. Ser multifacética es un superpoder.
-¿Y que le mandás decir a los malpensados o malpensadas y ñañalos?
-Qué aprendan a valorar a la “gata” y a la “perra” que llevamos dentro. Y si mal piensan es problema de ellos. ¡Solo vivan y dejen vivir!

