Un ataque a pedradas con lesión grave se registró en el barrio Remansito. El violento fue identificado como Jeferson Garcete Franco (22), quien cuenta con varios antecedentes por hechos de robo agravado y hurto agravado, quien recuperó su libertad hace algunas semanas.

Es conocido en el barrio por su adicción al crack; así como por actuar con violencia, ante cualquier persona que se le cruce en su camino. El domingo pasado, Garcete estaba merodeando las calles, bajo efectos de drogas, ndaje.

Primeramente, intentó derribar a 2 personas que pasaban en una moto, pero no los alcanzó a tiempo. Luego siguió su camino, y se encontró con dos niñas que estaban jugando en la vereda de una vivienda. Upépe nomás, sin qué ni para qué, comenzó a tirar piedras sobre ambas menores.

Una de las piedras dio de pleno en la cabeza de una menor de 2 años y le causó corte que inmediatamente comenzó a sangrar. Una joven que estaba en la casa vio el ataque y corrió a socorrer a la pequeña antes que reciba más pedradas.

Elizabeth Pérez (20), madre de la niña, denunció la agresión en sus redes y ante la Fiscalía. Contó que su hija sufrió un corte en la frente, que le valieron 6 puntos, y quedó con un traumatismo. Los familiares del agresor intentaron justificar su acción mencionando que es una persona viciada, y que no sabe lo que hace.

Inclusive, el consumo excesivo de drogas, ya le habría causado algunos trastornos mentales, según el diagnóstico.

“ALHAJA” SUELTA

Este Garcete Franco, hace cuatro años, ya tenía antecedentes por robo agravado y tentativa de homicidio doloso. Cuando eso, el tipo y otro de sus socios se las daban de motochorros.

Es así que el 6 de enero del 2016, el citado Garcete Franco y un menor de 16 años, a bordo de una motocicleta, practicaron un despojo de pertenencias en la vía pública. Lamentablemente para ellos, un valiente ciudadano vio el asalto y los atropelló, tumbándolos al suelo.

Los vecinos reaccionaron e inmovilizaron a los asaltantes motorizados hasta que llegó la policía.

Con esto que ocurrió ahora, es más que evidente que, lejos de tratar de rehacer su vida, el tipo anda peor. Ojalá que no mate a nadie antes de que las autoridades hagan lo que se espera deben de hacer en estos casos.